martes, 14 de octubre de 2008

Los fundamentos psicopedagógicos del método Montessori


Libertad: El principio fundamental, para que las energías latentes del niño/a se desarrollen, es indispensable que tenga la libertad exterior e interior “Libertad es actividad“ y la actividad es la base de la vida por lo tanto enseñar a los niños/as a moverse y actuar es enseñarlos para la vida.

El niño/a Montessori tiene gran libertad dentro de la sala, puede moverse, hablar, colocar su sillas donde quiera, y sobre todo puede escoger el material que prefiera trabajar, trabajando el tiempo que desee. María Montessori con esto considera la disciplina como la capacidad de ser dueño de si mismo y disponer de si mismo .

Auto actividad: Es la actividad del niño encauzada desde sus propios intereses, de aquí surge la necesidad de que sea el niño/a el elemento de la educación y el educador, el pasivo, el observador. Este principio esta íntimamente ligado con el primero y surge de él.

Respeto a la individualización: Es decir el ritmo natural de desarrollo de cada niño/a que es distinto. Estas tendencias y necesidades individuales de cada niño/a es el centro del programa educativo.

Respeto a la espontaneidad: Los movimientos espontáneos de los niño/as siempre tienen una razón de ser, con estos tienden a adquirir y perfeccionar mecanismos indispensables para el desarrollo de su vida material y espiritual.

Ambiente Estimulador: Es una disposición adecuada del medio ambiente, favorece el auto-desarrollo, tanto material como espiritual, que rodea al niño/a. Este tiene el propósito de satisfacer las necesidades (del niño/a) y ayudarlo en su desarrollo.

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